Protocolo de diagnóstico y tratamiento
Hay varias pruebas que deben realizarse a la hora de diagnosticar la celiaquía y es muy importante que se realicen correctamente para evitar falsos negativos. En cuanto al tratamiento, el único que existe actualmente es la dieta estricta sin gluten.
Por: Sara Pérez
Publicado: 12/2021

Diagnóstico
Serología
Es el conjunto de pruebas que establecen la cantidad de anticuerpos de un determinado tipo de que tenemos en sangre. Los anticuerpos que se ven involucrados en la celiaquía son los de clase IgA y los IgG (inmunoglobulina A y G, respectivamente). Para analizarlos, contamos con los siguientes anticuerpos:
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Anticuerpos anti-transglutaminasa tisular 2 (anti-TG2)
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Anticuerpos anti-endomisio (anti-EmA)
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Anticuerpos anti-péptidos de gliadina desamidada (anti-DGP)
Cada uno de ellos puede ser de clase IgA o IgG, pero en la mayoría de los casos se usan los siguientes:
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Anti-TG2 IgA: su sensibilidad de diagnóstico es muy alta (>95%), pero son menos específicos (90%) que los Anti-EmA porque pueden estar presentes por otra enfermedad autoinmune e infecciones.
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IgA sérica total: se analizan para ver que no tengamos un déficit de estos.
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Anti-TG2 y anti-DPG IgG: son de mucha utilidad cuando tenemos deficiencias de IgA.
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Anti-EmA IgA: su sensibilidad es del 80 - 90% pero su especificidad es casi del 100%. Son muy útiles en niños pequeños para prescindir de otras pruebas más invasivas.
Si tenemos todos estos anticuerpos positivos tenemos que seguir adelante con el plan de actuación, pero que alguno de ellos sea negativo no quiere decir que podamos descartar la EC por completo, sobre todo cuando tenemos síntomas que apuntan directamente a la celiaquía.
Estudio genético
Como he dicho en la definición de celiaquía, es una enfermedad que se presenta en individuos genéticamente susceptibles, por lo que esta prueba es crucial para ver si tenemos esa predisposición o no. Alrededor del 95% de los celíacos poseemos los fenotipos HLA DQ2.5 (también llamado DQ2 a secas) y/o HLA DQ8. El otro 5% posee el fenotipo Half DQ2, es decir, que tiene medio genotipo del DQ2.5, esto da lugar a los fenotipos HLA DQ7.5 y el HLA DQ2.2.
Si tenemos alguno de estos fenotipos, significa que tenemos predisposición genética a desarrollar la enfermedad, pero no quiere decir que seamos celíacos en ese momento, sino que podemos desarrollarla en cualquier momento de nuestra vida.
Para saber más sobre este tema, ve al apartado de genética.
Biopsia del intestino delgado
Consiste en introducir un tubo por la boca del paciente que llega hasta la segunda porción del duodeno (en el intestino delgado). A través del tubo se introduce una cámara y unas pinzas. Gracias a la cámara, los médicos pueden observar el esófago, el estómago y el duodeno; para ver si hay alguna patología visible. Con las pinzas se toman varias muestras del intestino delgado. Siguiendo el nuevo protocolo, hay que tomar 1 muestra del bulbo duodenal (primera sección del duodeno) y 4 muestras de la segunda sección del duodeno. Esto se hace porque las lesiones vellositarias pueden estar parcheadas y de esta forma evitamos falsos negativos.
Las muestras tomadas se envían a un laboratorio donde se cortan y se analizan para determinar el estado del intestino mediante la escala Marsh.
Otras pruebas
En pacientes con complicaciones, pacientes que ya comían sin gluten,... existen estas pruebas complementarias:
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Prueba de provocación
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Entero-resonancia magnética
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Cápsula endoscópica
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Citometría de flujo de las biopsias duodenales
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Depósitos subepiteliales de transglutaminasa tisular (tTG) IgA
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Test de Interferón gamma (IFN-γ) ELISPOT y test de tetrámeros HLA DQ2.5-Gliadina
Secuencias de actuación
Tratamiento
El único tratamiento que existe actualmente para los celíacos es eliminar por completo el gluten de la dieta. La dieta debe ser estricta, hay mucha gente que dice: "por un poco no pasa nada"; pero sí que pasa, aunque no se presenten síntomas o signos tras ingerir algo de gluten este daña nuestro intestino, independientemente de si tenemos síntomas o no. Además, la celiaquía no se cura puesto que nuestro sistema inmune no se olvida de desencadenar esta reacción ante la presencia de gluten.